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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Mates con Calderón

Quiero un mundo con más soñadores.
Es complicado... la razón me ha ganado la partida en más de un sueño. Pero si la verdad nos hará libres, quizá la ignorancia puede llegar de la mano de la ingenuidad para invitarnos a jugar.
Soñadores de los buenos, de los que restan importancia a los riesgos porque el futuro es impredecible. De esos que aún sabiendo que existen, se ríen, los guardan en una caja, le pegan una etiqueta que dice "consecuencias" y pasará o pasará.
Más colonizadores de buenas ideas, con ganas de viajar a la Luna solo para tener otra visión de La Tierra en las pupilas.
Mientras se termina el año, me busco, me pierdo y vuelvo al laberinto de espejos. Quiero ser de la fila de los que imaginan cosas posibles, distintas y sin pedir milagros, los encuentra. Trabajo todos los días por recuperar una antigua magia desestimada, busco volverla al pedestal de la que fue bajada por la realidad.
La quiero porque la necesito.
Hay muchas razones para comprender el mundo y ninguna me termina de convencer.
El paraíso se perdió, fue una de las primeras cosas que me enseñaron en mi colegio primario. Pero solo se pierden las cosas que existieron.
Otro año para seguir buscando los edenes perdidos, porque dicen por ahí que lo más interesante no está en el objetivo sino en el camino.


domingo, 16 de diciembre de 2012

Te deseo el no deseo

En esa época donde se juntan Navidad y Año Nuevo, la conciencia colectiva me incita a desarrollar una etapa de balances y pedidos.
Rondan los deseos propios y ajenos bajo el parámetro del nuevo comienzo y el viejo final; anhelos puestos en la metáfora del nacimiento y su esperanza, como si nacer fuera un acto que viniera saturado con amnesia de principiante.
Particularmente no me molestan las fiestas pero admito que no estoy de acuerdo en cargarle a una historia carente de sustento, la parafernalia de los buenos deseos.
Las mejores cosas que me han sucedido nunca fueron solicitadas. Todavía me permito dudar que la energía cambie el rumbo de ciertas cuestiones y adhiero mucho más a la frase que reza que "sea lo que tenga que ser".
Sin adoptar una posición sumisa, me parece más sabio aceptar que si hemos hecho esfuerzos por salir pero continuamos en un estado, es posible que  haya algo que aprender para poder abandonarlo. Como suele decirse, que fluya...entendiendo que cuando el agua del río corre es posible que tomemos un poco entre las manos, pero no podremos detener su cause.
Sospecho que existe una nueva colonización religiosa, dirigida a una clase social con la panza llena pero sin el corazón contento, donde tu poder individual todo lo hace posible. Pero si no puedes, hay muchos libros best seller donde comprarás el método del éxito con tu tarjeta de crédito en cuotas.
Por eso no estoy en condiciones de hacer balances pero sí de balancearme. Entre el bien y el mal impuesto, entre querer ir al cielo o conocer el infierno, las causas del sufrimiento y el bienestar de aceptar la felicidad.
No voy a armar un pesebre al pie del arbolito navideño.
Prefiero los nacimientos con menos campañas de marketing, como ocurren entre personas que se aman y lo desean, y no entre vírgenes y carpinteros obligados a salvar a la humanidad.

viernes, 14 de diciembre de 2012

SaturAda

Abandonarse al juego implica también que no exista resistencia.
Estoy observando como el olvido comienza a inundar lentamente los campos de la memoria, extinguiendo viejos relatos que pierden conexión y desatendiendo mis refuerzos para evitar que esto ocurra.
Aquello que fue factible de ser y continúa en el tiempo, inicia un proceso de descuido que lo lleva a oscuros paraísos junto a otras experiencias que dejaron de ser ciertas cuando callé una mañana.
Sin señales de alarma me entrego a este encuentro con quién fui solo para respirar y volver a las profundidades. Tal vez no busqué rescatar la nostalgia sino garantizar su ahogo definitivo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Pedido en dos minutos

Un día uno se cansa. Ya no quiere encontrar mirando con paranoia,  solo se aburre de la búsqueda del tesoro y se sienta a ver si hay ganadores.
Sin embargo, cuando otros amaneceres llegan sin pedirlo, es tiempo de disfrutar lo que queda del día.
Ya no hay pistas escondidas en objetos ni premios consuelo, hay un constante fluir de idas y vueltas que son admitidas como correctas, como obvias.
No se hacen deliverys de plenitud...habrá que aprender a conseguirla ya que dicen por ahí que no tiene precio.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Siesta

Una mujer sueña con otra mujer que sueña. 
Cuando la primera se despierta, tiene que convivir con sus propias fantasías y la otra queda en un limbo. 
La primera sufre de insomnio y decide utilizar todo ese tiempo.
La segunda sigue esperando que alguien duerma para darle vida. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Circular

Te doy la bienvenida en la despedida.
De brazos abiertos recibo tu abrazo para que puedas partir. Para que puedas llegar y yo pueda volver a donde vos estás.
Para que encontrarte sea el camino que termina con el adiós 

lunes, 26 de noviembre de 2012

DeshabitAda

Dentro hay un vacío que lo llena todo. Y un espacio que no deja lugar a nada.
Entonces sin un sitio donde colocar otra cosa que silencio, me quedo muda pero absoluta.
Sin ojos que capten imágenes nuevas, sin oídos que sientan música diferente, con un corazón hueco.
Me sobrevivo, me acomodo para cuando llegue a otros lugares sin sentido. Confiando que en algún momento tanto hueco se transforme en un pozo para llenar.

martes, 6 de noviembre de 2012

Recurrente

A veces tengo miedo de olvidarme como eras. Cuando digo esto trato de recordar como te reías, por qué motivos y cuales asuntos te disgustaban.
Tengo temor de los cambios, que nos encontremos y seamos tan distintos que no podamos reconocernos.
Me llenan los miedos como espectros que buscan asustarme en la madrugada. No quiero que el tiempo carcoma las fantasías y las ganas, como una humedad lenta que desintegra la memoria.
Entonces me quito esta angustia y sospecho que la vida es un invento.
Y establezco a partir de este instante, que el olvido solo se apodera de los que desean olvidar como elemento de sanación. Y mientras no me enferme, tu presencia me ampara cuando te convoco a compartir conmigo esta soledad tan sutil.
Y si los silencios se comunican, se convierten en el alivio de las palabras.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Sin Google maps

Como se puede volver?
En la mano tengo una hoja, un lápiz y una goma para borrar los errores.
Comienzo a dibujar un camino, primero tímidamente, con una líneas borrosas y tenues. No era así.
Vuelvo a empezar.
No lo recuerdo.
¿Como regresar por un camino que no se tiene presente en la memoria, por inercia? lo intento.
Me pierdo y no sé donde estoy.
Ahora entiendo que no puedo regresar por el mismo camino. Y no quiero.
Ha comenzado la búsqueda de nuevos territorios habitables.

domingo, 28 de octubre de 2012

No da placer, es doloroso. Un dolor que desgarra, que te aísla y atrapa todos los segundos del pensamiento. De pronto es todo.
Sentís que puede ser bueno, pero no sabés cuando sucederá. Oscuridad de transformación.
Pero un día es inevitable, hay que parirse.
Y que la vida sea más fuerte que la sensación de la muerte.

martes, 9 de octubre de 2012

Las miguitas de Gretel

Salgo, entro, entro, camino, corro, salgo, camino, entro, miro, escapo, entro, salgo, me asusto.
Quedo inmovilizada. 
Me canso.
No quiero buscarme. Por los rincones, detrás de las puertas que abro. En las habitaciones donde nunca entro. En las plazas donde me siento a tomar mate, en el río donde vuelan los pájaros al atardecer.
Me aburro.
De no encontrar respuestas, de ver caer a la manzana sin saber por qué, de sentir la primavera llena de brotes a los que no les llega la savia.
Me revelo.
Me revuelco, escupo, blasfemo, odio, lloro, saturada en el espanto. 
Me detengo.
Pateo puertas, enojada y compasiva regreso a ese laberinto oscuro.
No llevo luces, no hay planos pero sospecho que hay lugares por donde ya he pasado.
No quiero que llegue la noche sin haberme encontrado.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Bitácora inútil

Llegará el día donde tu recuerdo será desarticulado. No tendrá ideas, ni lágrimas ni aromas. Ese día la memoria en su capacidad selectiva, desechará al olvido tu imagen. Completa. Entera.
No serás ni un fantasma errante. Ni  me producirá temor poder cruzarme con mi ausencia.
Porque te echaré de todos mis lugares de placer. Te extinguiré de los aullidos internos que salvajes piden tu nombre.
Tu palabra no será registrada por ningún medio que la conserve.
Y ese día seré libre. Andaré segura de mis saltos sabiendo que no caeré en el vacío.
Por ahora el presente me consume. Pero alguna vez será mañana.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Ultimo día del invierno

En el laberinto de las pasiones me perdí. Eran mías, eran nuestras, eran de todos y no recordé la esquina oscura donde las dejé para que nadie las viera.
En ese laberinto de criaturas nacidas bajo las noches húmedas de verano, pedí a los monstruos que se fueran lejos de mi vista. Aniñados y caprichosos pidieron quedarse y alucinados con mis ideas, las tomaron como propias hasta deformarlas.
Era un laberinto de Minotauro, solo que no había héroes ni vencidos. Eras vos, era yo, los mismos pero distintos. Nos reconocimos desarmados, indefensos y luchando contra la contradicción.
La misma nos juntaba al final de un camino sin señalizar. Ninguna información para seguir.
Habíamos llegado a casa.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Hay un espacio que quedó sin contenido. Algunos pueden decir vacío si hubiera que buscarle un adjetivo.
En un contenido quedó un espacio. Algunos buscan un adjetivo para decir vacío.
Yo habito ese lugar del llano, con contenido, sin adjetivo.
Yo soy ese espacio que busca no desaparecer. Hoy soy ese hueco con sentido.


jueves, 23 de agosto de 2012

Mutar, siempre mutar

Debería adaptarme al cambio yo que me jacto de ser una sobreadaptada. Pero no puedo. O no quiero.
Me da bronca, rabia y provoca sentimientos extraños. Me siento fuera, en un punto hace rato que lo estoy, pero ahora lo siento.
Se acaba, se termina, se transforma. Otra etapa que se cierra. Como una puerta con violencia por el viento. Se cierra y deja en el interior sentimientos sin redención.
Soy socialmente aceptable pero en algún lugar se escucha una niñita sollozando, haciendo berrinches en el piso, gritando lo que no quiere.
Es un pena tan vieja como la tristeza de lo inevitable.


domingo, 19 de agosto de 2012

Edén

En cierta forma quiero como una endemoniada. Y no me da miedo decirlo.

Quiero con una imaginación ilimitada que me lleva a sucesos poco probables para este mundo. Con poca conciencia en el tiempo, sintiendo sin medidas, sin cronologías, como si cada día fuera el primero.
O el último.
O el único existente por vivir.
En alguna parte del corazón se arraigan instantes entrañables para creer que podría nadar un océano y sabiendo que en la mitad del camino es posible que dejara de existir.
Me habitan unos demonios que me hacen pensar que todo sería posible.

Pero recibo elogios de ocasión.
Yo quiero a un Adán que me hace sentir que no soy capaz de provocarle un solo acto irracional. Que no quepo en su cuota de actos con error. Y no sé lo que piensa pero sé lo que siento. Y me causa tristeza.
Es cierto... quise como una endemoniada.
Ya dejé de hacerlo y aquel hombre amado, anda por esta tierra redonda, buscando redimirse en esos paraísos inventados.

Que así sea.
Que así sea.
Y que el mundo siga girando

martes, 31 de julio de 2012

Baja a la tierra

Un día podía llegar.
Y ese día llegó.
Otro día me dediqué a soñar.
Pero invertí tiempo en sueños de ocasión desesperados, sueños con garras y ambiciones de propiedad. Y la única posesión que podía tener era mi esperanza.
Entonces enterré el anhelo de verte. Sórdido bajo tierra lo dejé dormir. Me ocasionó angustia dejarlo tan  oscuro y le tiré unas semillas de flores tiernas.
Hoy salió el sol y un colibrí se acercó a aquel plantío ocasional.
Y me dí cuenta que el sueño no había muerto para sepultarlo. Solo necesitaba mutar para transformarse en una utopía fértil.

sábado, 28 de julio de 2012

Diario de viaje

Te necesito.
Compenso esta carencia diaria con la realidad y mi mente se adoctrina casi tanto como una prostituta entrega sus conocimientos al juego del amor.
Te necesito.
Sabiendo que es posible que el recuerdo sea perfeccionado hasta el hartazgo; aún así se siente tibio y satisfecho para ser el mejor entre muchos.
Te necesito.
Con la paciencia de volver a preguntarse mil veces lo mismo, con la necedad de inventar respuestas poco válidas, con la saturación de opciones poco probables.
De todas formas es inapelable. Te necesito.
Juzgada en un tribunal de sabiduría, sentenciando sufrimientos que podrían ser evitables, me condeno por no querer olvidarte. Intento extirpar la pasión, no resulta y la coloco medio maltrecha prometiendo no volver a ejecutar semejante sacrificio.
Es lamentable...pero no me arrepiento.
Te necesito. Nada más.

viernes, 20 de julio de 2012

Soborno

Y me quedé con el alma desnuda.
La observo indefensa sin máscaras ni guiones para jugar. Sin deseos ni preguntas, sin miserias. Pura. Genuina.

Y me quedé con el cuerpo desnudo.
Lo observo alejado de la razón exquisita, con sus carencias y reclamos. Involucrado en un proceso demandante porque detesta conformarse con lo etéreo. 


Desnudo y vacío. Necesitado del contacto tibio de tu cuerpo, hambriento de los besos, desamparado sin tus abrazos,  sediento de un elixir que no puede beber, soborna mis sentidos y el pensamiento
Por qué el mundo tangible está saturado de obstáculos?   
El cuerpo parece un indigente en la puerta de un templo o una cárcel,  jurando por un dios inexistente que no necesita nada mientras su mundo se desvanece.

jueves, 5 de julio de 2012

Casi una plegaria


Confío por esta vez en la imaginación. Por única. Por hoy, por este momento en donde se comienza. En lo que representa el granito de arena que conforma la playa donde me sentaré a ver el mar.

Ahora puedo hacerlo porque creo en aquello que sustituye a la seguridad, creo en lo probable. En los errores, en los aciertos, en la exploración.
Respiro y me dejo llevar por el aire fresco de los recuerdos nuevos. Por el sol tibio de los hallazgos viejos.
Cambio el aire y me entrego. Lo mejor que puede pasar, ya está sucediendo.

martes, 26 de junio de 2012

Bautismo

En serio te llamás Ada? como un hada madrina?...no, Ada sin H.
No tengo varita mágica, ni poderes y dudo si los deseos se cumplen por la fuerza del sueño o porque algunos acontecimientos son inevitables.
No puedo cumplir anhelos ajenos, aunque más de una vez me gustaría, ni cambiar calabaza por auto 0km.
Más cercano a mi realidad está el transporte público, con sus interesantes historias y sus miserables carencias.
Si estoy bien, si puedo reírme, es porque trabajo mucho en ello. Quiero decir que intento no conformarme pero sí poder deducir que cuando no hay más dulce en el tarro, no se puede pedir más.
Que soy de llanto fácil y zonas oscuras. Pero cada día busco dominar ambas cuestiones para poder pasarla mejor. Y si fuera útil, llorar fuerte o iluminar un poco para ver que no hay nada bajo la cama.
Mi nombre no tiene letra muda, es con A de atención. Por lo tanto, si tu intención era pedirme un deseo podemos pensar juntos como conseguirlo, pero de cuentos ya tuvimos bastante.

viernes, 8 de junio de 2012

En falta

Intento olvidar y en el proceso también me olvido de mí.
Descuido mis sonrisas de cartón marrón: no las puse a secar al sol,  dejé  de retocar la pintura que fue lavada por la última lluvia y no les pasé una mano de barniz transparente para que lucieran como nuevas.
Quiero alejar los pensamientos negativos y me siento a pensar en el cordón de la vereda sombreada. 
Bajo la protección del  olmo le vuelvo a pedir peras sabiendo que jamás podría tenerlas. Me recuesto sobre su tronco y lloro lentamente.Tengo hambre pero pocas ganas de alimentarme.
Me alejo de los recuerdos sabiendo que su efecto es contrario...me acerco a ellos.
Cuando llego no encuentro nada; ni tu sombra, ni tu relato, ni tu ausencia. No existe ese lugar donde antes venía a buscarte.
Entonces me quedo esperando el sueño, el cansancio de la noche y el frío del invierno. 
Sé que yo no tengo la culpa de extrañar, tengo la culpa de no querer olvidar.

miércoles, 30 de mayo de 2012

De grises mostradores y galletitas Melba

Tenía ocho años y sin calcularlo, una vez me dí cuenta que había crecido.
Cuando llegábamos al almacén, por más que yo me aferraba con las manos a ese borde de fórmica y mis pies se extendieran de punta como bailarina, no vislumbraba más allá del mostrador de la heladera comercial que exhibía los productos que necesitan frío. Alcanzaba esa mesada y aunque no pudiera verlo, estaba segura que existía algo más que ese gris meloso.


Lo comprobaba cuando mi madre solicitaba un alimento que asomaba de la zona desconocida.
O algunos días donde el señor almacenero, tal vez para que me quedara quieta, me daba un caramelo que surgía del otro lado.
Pero en una de esas tardes aburridas recuerdo bien, bajo esta mezcla de seguridad extraña sobre lo recordado, que por allá abajo en unos estantes amarronados, se veían unas latas de arvejas. Y más allá unas galletitas que nunca habíamos comprado.
Claro, porque ya había crecido! una altura merecidamente ganada me confirmaba este sutil reconocimiento personal y casi doméstico.


Hoy también me dí cuenta que crecí. Aunque mi medida vertical ya no sume centímetros.
Puedo ver lo que me ofrecen con fecha pronta de vencimiento, lo que requiere un lugar con frío y colores llamativos para que se venda pronto. O levantar un poco el campo visual a voluntad y distinguir otra opción. En otro lugar donde no se llega por más que levantemos los pies, donde solo hay que esperar   volver a ver.
Porque desde ese día de la infancia supe que las galletitas escondidas tras el mostrador fueron las más ricas.
Y eso pasaba... porque las podía elegir yo.


jueves, 24 de mayo de 2012

Camino

Yo sé que tipo de felicidad no quiero.
La que se consigue fácilmente sin haberse ahogado en las profundidades del ser, sin ser sobreviviente de uno mismo.
No deseo aquel estado de elaboración rápida; consejos de revistas femeninas que me convierten en un producto más que en un resultado. Alegrías funcionales de ideas ajenas que explican como ser buena amante, buena esposa, buena amiga, buena ciudadana. Quiero ser feliz con la libertad de ser lo que soy.
No quiero esa dicha sin el sudor de mis lágrimas, quiero emocionarme de parirme tantas veces como sean necesarias.
Se consigue en travesías oscuras que buscan sabiduría.
Pero la prefiero entre todas. Es la que quiero conservar porque cuando se instala en el centro del pecho, mi corazón se vuelve infinito.

martes, 22 de mayo de 2012

Mutis por el foro

Silencio. Ausencia de sonidos o abstención de palabras.
Cuando lo busco y lo encuentro, me colma. Llegando la noche cuando todos duermen y hasta los árboles descansan con la quietud. Lo escucho lejos del insomnio, apacible cubriendo el fin del día se amalgama con el comienzo.
Me lastima cuando está impuesto. Cuando se llena de pensamientos sin decir, cuando lo busco para callar, cuando otros lo utilizan para no hablar. Respirando una atmósfera de intenciones que se desintegran y poco a poco, se vuelven abstractas para siempre.
Ese silencio enmudecido de razones y respuestas. Denso, saturado de afirmaciones que en lugar de conjugarse se diluyen.
Es saludable cuando las palabras hieren. Pero nunca será capaz de suturar las heridas de lo callado. 

jueves, 17 de mayo de 2012

Las mamás no se mueren

Cuando yo era pequeña no se hablaba de la muerte como se hace hoy. No existía el karma, ni la luz, ni los programas de Claudio Maria Dominguez. La gente grande murmuraba el suceso, y cuando un niño se acercaba lo echaban. Por lo tanto, el único conocimiento que yo tenía a mis once años, era que las madres no se morían. Morían los abuelitos o la gente muy viejita que además debía estar enferma.
En consecuencia, la señora de la hoz se encontraba bien alejada de nuestra vida familiar; la excepción era mi abuelo que había muerto obviamente por ser viejo (y bastante jodido, así que ni lo extrañaba) 


En el mes de Abril  mi madre me regaló (ella proveía toda mi lectura) "Cuentos para leer sin rimmel" de Poldy Bird. Si alguno leyó este libro super triste, entenderá por qué puedo ser el festín de cualquier psicoanalista. 
Los niños de mi grado leían Billiken o Anteojito y escuchaban a Menudo. Yo antes de ir a la cama me interesaba en unas páginas sin tener mucha idea de lo que era el rimmel, y por las tardes escuchaba Charly Garcia con mi hermano Ale...que pretendés con ese pasado! cantando a los gritos -detrás de las paredes que ayer te han levantado, te ruego que respires todavía...
En fin, la cuestión era que en el libro de la Sra. Bird, a la pobre mujer se le moría la madre cuando tenía ocho años. Y de grande relataba cuentos con sus recuerdos...una ternura! menos mal que los cuentos son parte de los libros.


Pero un mes después, en Mayo, moría mi madre. 
Estábamos en mi casa con los tíos de visita, se desmayó a causa de un ACV  (ataque cerebro vascular) perdió el conocimiento y en un par de horas, otra era la historia. La parca, la huesuda, la calaca o como quieran decirle, irrumpía en mi vida sin que nadie la llamara. 
Antes de saber el resultado de tan inesperada visita, me llevaron a la casa de mi abuela y no dormí en toda la noche (literalmente) porque rezaba, y rezaba, y rezaba, tal como me habían enseñado en mi amado colegio Católico Apostólico Romano. Y Dios, o sus traductores, me habían engañado con sus teorías.
La gente se moría. No se sabía cuando, ni cómo, ni por qué, ni a donde iba. Los rezos no eran infalibles, las seguridades no existían. Unos decían que era porque era muy buena y los ángeles querían tenerla con ellos...como alguien puede ser tan imbécil?


Hoy ya perdí la cuenta, pero de esta anécdota se van a cumplir más o menos treinta años. Puffff. 
Le contaba el otro día a Silvana, una amiga que perdió a su mamá hace poco, que es como vivir con un pozo hondo y profundo. A veces se llena con agua que viene de una lluvia de hijos, amores, amigos. Pero hay días, como este, que hay que convivir con un pozo que se transforma en agujero. Y nada lo llena. Y hay que aprender a mirarlo, nada más.
Seguramente si mamá estuviera, yo sería otra. Muy diferente? seguro. Pero mi acercamiento al arte y la lucidez de lo ilógico, es su legado. Una mina que reía mucho, pero a escondidas lloraba mucho también.


Te quiero mamucha. Algún día nos vemos y nos burlamos un rato de lo ridícula que sigue siendo la vida.
Algún día me das un abrazo, me volvés a contar La Cenicienta por décima vez,  me río a carcajadas y te demuestro que esos príncipes  no existen. Mientras tanto, gracias por amarme tanto.

miércoles, 16 de mayo de 2012

La calle tapizada de hojas secas amarillas, ocres, marrones, descansadas de su ciclo y durmiendo en paz. Y vos  haciendo esos trucos con las esferas de colores, como un adivino que no pronostica nada, un oráculo que solo se divierte. En una baldosa haciendo tus juegos de malabares a distancia, cortando las alejadas estampidas de sueños. Cruzamos una mirada tierna y me hubiera quedado en tu mundo de fantasía.
Pero no era real. La realidad no es tangible y lo material es demasiado doloroso para soportar.
Me alejo pensando que hoy voy a escribir sobre vos. Te quedaste en mi mundo... inmortal.

viernes, 4 de mayo de 2012

Estación

Hubo un tiempo que era mío.
Lo medía en años, en días, en meses. Celebraba aniversarios, nacimientos, recordaba fechas importantes, acontecimientos como "el" primero y "el" último.
Era mi tiempo encapsulado. Giraba en torno a mañanas y noches, a llegadas tardes, prematuras, apremiantes. A corridas suaves o marchas lentas.
Lo compartía calibrado por otros. Lo recuerdo a la distancia como un período determinado por un mutuo acuerdo.
                 Ahora no hay nada para medir.
Hay ahora. 
Yo me estaba esperando.

viernes, 27 de abril de 2012

Ingenua

Lo entendía. 
Podía elegir olvidarte. Y cuando digo olvidarte me refiero a no traer recuerdos donde no los hay. Escuchar canciones sin que signifiquen algo. Citar algunas frases sin melancolía. Comer alfajores de maicena y no mencionar la anécdota del señor que no quiso que los pagaras.
Es decir narrar la vida y que nuevamente las cosas en si mismas, carezcan de algún significado.


Ahora lo entendía. No era que no podía olvidar; no quería.
Y no lo quiero ahora que lo comprendí como un secreto revelado.
Yo quiero retenerlo en la memoria.
Me gusta cuando hablo con alguien que tiene el color de tu voz porque me vuelve a producir una sonrisa escondida. Quiero acordarme de los sucesos que multiplicaban las sincronías.
Selecciono las escenas que se quieren ir al baúl de los olvidados y las rescato. 
Unos creen en Dios y eso los ayuda a vivir, los sostiene. 
Otros creen en Satanás y con la presencia de su maldad justifican el infierno de sus días.
Yo creo en vos. Injustificadamente. Infantilmente. 
Pero creo.
Y pocas veces podemos desechar aquellas cosas que aceptamos como ciertas.

lunes, 23 de abril de 2012

Promesas de otoño

Un día hay que sacarse las cadenas; las peligrosas que nos atan al pasado y al destino, las demenciales que nos estancan en el futuro. 
Exterminar lo que se ve y lo que se verá.
Y quedarse solo con lo puesto, con el cuerpo desnudo saturado de preguntas que no esperan respuestas.
Porque solamente cuando todo calla, se autoriza la voz interior. Asi sea.

sábado, 14 de abril de 2012

Sin sentido

Siento tu presencia dentro mío y te miro. Te observo con mis ojos sin pupilas, el iris sin color, con un sentido nuevo que no busca ser definido.
Te miro aunque no quieras entenderlo, aunque quieras, más allá de tu voluntad o de la mía. En el recuerdo distorsionado, bajo el amparo de la duda y mis sospechosas certezas, en la reconstrucción de un tornado que no dejó heridos. En la pantalla del futuro sin imagen, sin deseos, con la hoja en blanco limpia de culpas, con el lienzo colorido por pintar.
Ahora te veo con mis ojos nuevos. Y en el efímero pánico de estos días no necesito tu mirada para entenderlo.

domingo, 18 de marzo de 2012

Agua salada

Lloramos desesperados cuando estamos muy tristes. Lloramos sin control, sin reservas, sin compuertas. Nos ahogamos, nos falta el aire pero no nos importa.
Lloramos cuando nos caemos y la piel se abre con una herida. Vemos la sangre brotar como un fluido solidario, cambian las tonalidades, el dolor nos anula los pensamientos y la primitiva sensación de sobrevivir nos recuerda que somos vulnerables.
Lloramos cuando nos lastiman y nos desgarran alguna parte del corazón espiritual. Preguntamos, respondemos, nos secamos los mocos, hacemos promesas que nunca cumpliremos, profetizamos maleficios como hechiceros justicieros, nos odiamos, nos echamos culpas propias y ajenas y no sacamos una conclusión sensata.
Pero hay otro llanto, un llanto místico y ancestral, que supera los anteriores. Uno que brota cuando los otros ya no santifican, ya no lavan, ya no curan. Unas lágrimas que son paridas solo cuando tomamos la decisión de concebir nuestra vida. Cuando uno se pierde, y un día se encuentra, se puede llorar de alegría hasta casi la eternidad.

miércoles, 25 de enero de 2012

Las imprudentes

Ahí andan deambulando de vuelta. 
Nacieron en esas tardes y se están apoderando de los cimientos, gateando por las paredes, trepándose al cielorraso.
No las reconozco porque no son parecidas a mí y otras son tan diferentes que no pueden ser de mi parte; me molestan, estridentes, se multiplican y las veo por todos lados.
Sin embargo hay algunas que solo me observan para que yo las distinga de las demás. Las escucho profundas, calladas, pertenecientes a lo más cercano y a lo menos lejano. Con esas admito la perturbación cuando me hablan por la noche, les permito que me falten el respeto, que no me dejen descansar y que me lleven a realizar actos poco prudentes para que se burlen de mis impertinencias.
Son chiquitas e irresponsables como cualquiera que tenga poca conciencia del mundo.
Son nuevas pero están invadiendo el espacio. Tengo que dejarlas como tantas veces y esperar que crezcan, que sigan su curso o que mueran en el intento. La vida es eso y no hay que temer a los ciclos.
Ahí están las muy impertinentes gritando olvido, susurrando recuerdos, queriendo imponer ideas sugieren conductas. Egoístas y demandantes, por donde paso andan con su bullicio.


lunes, 16 de enero de 2012

Cuentos que esperan

Cenicienta en el conurbano, hacia donde corre la soledad?
Te sentás en el lugar común, esperando un carruaje que no llega, imaginando que la lluvia no inunda tus zapatos nuevos. Sabiendo que las calabazas se transforman solo en pucheros.
Y lo bien que hacen convirtiéndose en puré de respuestas cuando no hay demasiadas preguntas.
Una princesa cuando cree más en el Diablo nefasto que en el Angel guardián, donde esconderá sus deseos de noche?
Guarda un zapato de cristal, busca el principe que la rescate; quisiera avisarte bonita que esas cosas no suceden. Que un día los zapatos perdidos se rompen y los socorristas están muy cansados.
Si los ángeles se callan y los diablos susurran en los veranos pegajosos de Buenos Aires, nosotros deberíamos proteger parte de tus anhelos para que tu sonrisa no termine cuando llega la medianoche.

martes, 10 de enero de 2012

El innombrable

Muchas veces pienso en la inocencia infantil. Como contribuir para que esa característica que generalmente poseen los niños (y muchas veces los locos) no se pierda con el conocimiento? no pude encontrar muchas respuestas que no demostraran que la ignoracia de ciertos temas hacen a la visión.
Cortázar sostenía que la realidad no es lo que parece y que el mundo fantástico es una parte más pudiendo él "acorralar lo fantástico en lo real, realizarlo". Por mi parte siempre viví más tiempo de ese lado de la frontera, lo cual no da garantías porque al llegar con la mochila al mundo real, manejado por la mayoría, generalmente las cosas se complican.

Entonces qué se podría ofrecer a nuestros niños ante el inminente ingreso de la crueldad en algunas situaciones?
El otro día Dante se enteró que todos podíamos ser potenciales enfermos de cáncer. Por supuesto que la pregunta vino a raíz de muchos conocidos en esta situación. Y sumada la muerte de su abuelo por lo mismo. No podía entender que eso que le pasaba a los otros, también podía pasarle a uno sin que hubiera talismán de protección.
Tampoco quería engañarlo con la seguridad que no tengo, acerca de Dios y su ayuda celestial o en caso de fallar una promesa de una vida mejor fuera de ésta. No había superpoderes, ni cosa cierta que pudiera colocarse sobre su mamá, por ejemplo, para evitar el acontecimiento.
 Lo miré profundamente, con mi mejor sonrisa de mundo real, y le expliqué que nunca sabremos que puede pasarnos, por eso es importante agradecer lo bueno que sucede y disfrutarlo mucho. Fin de la explicación. No encontré nada más.
Parece que por lo menos su inocencia sigue intacta. Quiero decir, a vuelto a realizar comentarios insólitos y graciosos, a seguido teniendo una mirada tierna e infantil sobre la vida.
 Tal vez por ser mi hijo también quiera vivir en el lado fantástico.
 Y si fuera así, por lo menos le podría enseñar las herramientas para defender ese territorio que nadie nos podrá quitar jamás.

domingo, 1 de enero de 2012

Renacimiento

Una vez me dijeron que cuando alguien suspiraba era porque sacaba un resto de aire antiguo para llenar los pulmones con aire nuevo. Desde aquel momento, eso que para mí fue una ley, generaba risas por ser una ridiculez; incluso me hizo ganar el apodo de "suspirito" en mi último trabajo. Es que me gustan las historias que explican más que las razones en sí mismas. Suspiro. Es importante comenzar el año con los pulmones llenos de oxígeno nuevo. Desde hace unos años cuando comienza el brindis de las doce, realizo el ritual de la promesa interna. Es un acuerdo de partes (entre todas las que me componen) donde nos pondremos de acuerdo en seguir una pauta. El año pasado fue la honestidad a cualquier precio. No estuvo mal. Pague las costas del juicio interno por llevar a cabo semejante propósito que buscaba reconciliarme con los deseos. Algunos quedaron intactos, sin cumplir, pero nunca podré acusarme de no haber hecho todo lo que estaba a mi alcance. Y siendo honesta que no es lo mismo que ser decente. Pude aprender que a veces con el propio anhelo, no basta. Por más libro de autoayuda que nos quieran vender, por más imágenes que uno proyecte; hacen falta varios componentes. Pero el tema está en saber si uno se la jugó por entero o dejó un resto "por las dudas". Y aceptar la realidad sin rodeos. Fue un año donde no dejé reservas. En un momento me quedé vacía. Pero como auténticas luces de faros, aparecieron los amigos de siempre, la familia, los nuevos amigos y todos en su aporte hicieron que el cierre fuera con ganancias, aunque tal vez en especias. Anoche brindé también pero bajo un escenario bastante diferente. Un poco más fulero, con mucha parca rondando la escena, con mucho enfermo dando vuelta que hace que uno agradezca estar del lado de los que pueden cuidarlo. Y me quedé sin promesa de las doce. Porque cuando nos ví gritando los segundos para que termine el año mirando Crónica TV (escena un tanto bajón) con los que pudimos juntarnos, con mis hijos, con mi marido que me acompaña con todos mis rayes...me dieron ganas de reír. Ahora que creía poco en mi capacidad de resurrección, me sentí renacer. Aunque sea para dar el testimonio de los que sobreviven, aunque sea para encontrar el famoso placer de estar vivo, aunque sea sin propósito, cuando ya no buscas excusas...solo pude verme reaparecida para seguir.
Y me dieron ganas de celebrar por ellos, por cada uno de los que pudieron volver a estar vivos.
(Obra "Parirse" Espejo_ Ada)