Páginas

viernes, 4 de mayo de 2012

Estación

Hubo un tiempo que era mío.
Lo medía en años, en días, en meses. Celebraba aniversarios, nacimientos, recordaba fechas importantes, acontecimientos como "el" primero y "el" último.
Era mi tiempo encapsulado. Giraba en torno a mañanas y noches, a llegadas tardes, prematuras, apremiantes. A corridas suaves o marchas lentas.
Lo compartía calibrado por otros. Lo recuerdo a la distancia como un período determinado por un mutuo acuerdo.
                 Ahora no hay nada para medir.
Hay ahora. 
Yo me estaba esperando.

No hay comentarios: