Páginas

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Pedido en dos minutos

Un día uno se cansa. Ya no quiere encontrar mirando con paranoia,  solo se aburre de la búsqueda del tesoro y se sienta a ver si hay ganadores.
Sin embargo, cuando otros amaneceres llegan sin pedirlo, es tiempo de disfrutar lo que queda del día.
Ya no hay pistas escondidas en objetos ni premios consuelo, hay un constante fluir de idas y vueltas que son admitidas como correctas, como obvias.
No se hacen deliverys de plenitud...habrá que aprender a conseguirla ya que dicen por ahí que no tiene precio.

No hay comentarios: