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domingo, 29 de diciembre de 2013

Yo no lloro

Que tristeza tiene aquel que perdió sus fantasías.
Que por temer el llanto desestima el poder de la esperanza.
Quién tiene autoridad para cruzar a la vereda de los burladores?
Lamento del que no se atreve a redimirse con las pasiones.
Imagen penosa del que no sigue saboreando besos antes de dormirse dejando de anhelar abrazos desnudos y prefiere no pensar. Pertenecer al terreno de lo vivido sería el lugar de los cielos olvidados.
Yo supe tener un amor de contramano y sigo acariciando su recuerdo para que no se deje seducir por el abandono.
Yo sigo imaginando sus besos; que la distracción no me haga creer que cualquiera es capaz de dejar huella en mi escote.
Ser un tanto masoquista . Abrir la puerta para ir a jugar. En la caja del ensueño traer escenas del recreo en un verano.
Por lo tanto, me considero mansamente dichosa.
Tengo la riqueza del que se resiste a extraviar sus venturas por absurdas escenas cotidianas.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Arder

A la pregunta -quién soy yo? no podría responder.
Soy tantas cosas que no sabría cuál priorizar; si mis funciones o mis convicciones.
Soy yo un conglomerado apoltronado de sucesos, manifiestos, iras, paciencias, amores, semillas, soles y suspiros perdidos en el aire de mayo.
Soy las siestas dormidas para el reparo y las jornadas exhaustas de trabajo. Las hamacas tocando el cielo y los surcos hechos en la tierra con los pies.
Soy mi descendencia y mi ascendencia; los padres, los hijos, hermanos y sinceros parientes que me regaló la vida.
Soy este laberinto endemoniado donde la salida se oculta y un sendero liso lleno de señales que marcan los animales sueltos.
Y cuando deje esta existencia, seré la tierra que cobija en su vientre todos nuestros dones. Volveré a ser sol y lluvia, viento o marea, seré esa que quise ser y la que he sido.

martes, 26 de noviembre de 2013

La tierra se mueve

Cuando era niña escuchaba mucho "La canción del jardinero" de María Elena Walsh.
Mi estrofa preferida decía :
yo no soy un bailarín
porque me gusta quedarme
quieto en la tierra y sentir
que mis pies tienen raíz.

No era absolutamente cierto; yo amaba bailar pero la idea de sentir que me convertía en árbol me parecía (y me parece) maravillosa. Se alargan los dedos y se iban hundiendo en la tierra cada vez más profundo, menos humana y más perteneciente a un paraíso de eucaliptus añosos.

La raíz tiene metáfora de quietud pacífica, de la sabiduría que la pacha se encargará de nuestro futuro.

Pero el mundo se ha transformado. A veces la tierra se mueve y las raíces nos anclan en terrenos poco fértiles. Me faltan los nutrientes, como me había enseñado mi maestra de cuarto grado indispensables para que todo árbol siga vivo.
La tierra me sacude, me expulsa, me domina, se seca.
Y dejando mis viejas afirmaciones, algunas creencias y cierto espíritu riguroso debo abandonar esto que se ha transformado en un estanco. Obligada a moverme, sin otra opción que correr, desentierro aquello que fueron pies.

Pero comprendo que además, soy bailarín, como decía la canción. Y que lo puedo disfrutar.
Convertirme ahora en un árbol danzante buscando
un nuevo destino.
Aunque eso no figure en ninguna Enciclopedia del Conocimiento.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Parirse huérfana

Parirse.
Convivir con el dolor por muchas lunas y algunas cosechas sin siembras. Llevarlo a través de las sequías y las inundaciones más poderosas.
Ser madrehija por la capacidad de sobrevivir sin depender del progenitor.

Salir de la oscuridad, enceguecerse con la luz y perder el sentido de orientación hasta que la vista comience a registrar ciertas formas que luego serán nombradas.

Un proceso sin comienzo ni final que se transita con la fuerza estimulante de la gravedad.
Dejar lo conocido por pequeño, por estrecho, por incómodo, por nauseabundo.

Y esa vida, un poco ahogada con los fluidos del nacimiento, se instala desde los pulmones bajo gritos de recién nacida y un corazón que sigue palpitando canciones de cuna.





miércoles, 28 de agosto de 2013

45

Era un amor grande, no por su grandeza sino por su tamaño. O por ambos.
Pero también era pequeño por indefenso;  frágil en su existencia prematura como los amores que nacen a destiempo.
Traía historias ajenas en algún rincón del pensamiento, remitiendo pocas vivencias pero con apéndices de cuentos terminados.
Y así lo fui ovillando, enredando, enmarañando.
Quizá era la falta de experiencia para cuidar de recién nacidos o la tristeza desmedida que no tuvo piedad en someter a una vida corta.
Porque era inmenso pero no llegó a desarrollarse. Estaba satisfecho con  palabras mal escuchadas, silencios protagonistas o diálogos insurrectos que se convirtieron en monólogos.

¿Habrá que dejar que el huracán arrase con todo y negarse a plantar semillas en medio del viento?
No lo sé.
Busco en una caja que está llena de quizás y no encuentro ningún porque.
Me queda pensar que la falta de conocimiento se convierte en la esperanza de los ignorantes.

Y si nuevas ciudades resucitan, después de los tornados más impíos, habrá que pasar la noche dentro de refugios construidos.
Para esperar.
Para creer. Para crear.
Y cuando la madre tierra termine su ciclo, recibir las primeras flores. Bajo cualquier forma, algún día también se mueren los inviernos.

martes, 13 de agosto de 2013

Calendario

El 31 de Octubre debía celebrar el Día de Brujas en otro país.
En esa fecha, los fantasmas rondarían por la Plaza principal sin mirarnos aunque quisieran vivir más de la cuenta.
Deambularían sin tocarnos para generar en mi compañero de ruta alguna risa miserable.
Faltaba poco para terminar el año y entonces podríamos saldar todas las deudas pendientes. Después la vida seguiría su camino sin punitorios que recordaran nuestras faltas.
Halloween es una festejo divertido pero también nos remite al miedo y los espantos. Tal vez marcar ese día del calendario trajo una cuestión casi premonitoria.Como si nosotros mismos nos hubiéramos transformado en esos adivinadores berretas de salón.
Lo cierto es que los espectros, lejos de quedarse mirando, se sentaron cómodamente a esperar. A subir las apuestas sobre quién se dejaría ganar primero por el pánico, los malos entendidos, la desconfianza o la intolerancia al futuro. Haciendo chistes sobre nuestras incapacidades humanas para generar seguridad sobre los proyectos.
Sobre aquel destino que siempre es incierto e inmanejable.
Entonces no hubo viaje.
Tampoco encuentro. Ni desencuentro.
Eso fue lo más triste.
No hubo nada el 31 de Octubre de aquel año bisiesto. Solo una plaza chilena llena de fantasmas que jugaban a la rayuela con una piedrita del cielo.

domingo, 11 de agosto de 2013

Jump

Es complicado caerse en un pozo.
Enredarse con las raíces que crecen bajo tierra. Dejar de tener miedo a los insectos que dan vueltas por cientos de agujeros sin luz.
Pedir agua. Tener sed pero desear que no llueva para que no se genere un lodazal.
Acostumbrarse a la oscuridad, tener capacidad para optimizar la luz del día y no desesperar con los ruidos por la noche.
Y vivir la estadía con el deseo de salir. Con la fantasía que podrían crecer alas para volar.
Es más engorroso cuando el agujero que nos engulle lo construimos nosotros. Buscando bajo tierra objetos perdidos, tesoros viejos que perdieron valor.
Para suerte de los aventureros, también deambulan equipos de rescate.
Cuando no se puede solo, otros compañeros de viaje, amores nuevos y sobrevivientes, colaboran para encontrar la forma de subir. Hay que hacerlo con los pies, con las manos, con las uñas, con el cuerpo vivo.
Para entender que aunque sapos de otro pozo también podemos saltar con fuerza los días de lluvia.


jueves, 11 de julio de 2013

Puntadas y patrones

Cuando mamá estaba triste tejía.
De pronto se sentaba en algún lugar de la casa, generalmente la cocina, tomaba las dos agujas y comenzaba la función.
En alguna época de crisis (este país vive en crisis) hacía cadenitas con la aguja de crochet y salían unas florcitas nacidas de cualquier pedazo de hilo que anduviera circulando. O varios pedazos. Parecía como si la amalgama de puntadas y elementos, unidos en esa danza, dieran cierto orden universal ante alguna situación.
Sus conocimientos eran primarios; la producción solo contaba con bufandas en punto Santa Clara o redondeles que adquirían formas diversas de mantelitos o apoya tutti. Recuerdo alguna bufanda rosa muuyy larga y me genera una sonrisa pensar cuantas filas habrán sido necesarias para calmar su ansiedad.
Hace un par de semanas fuí a comprar lana para un chaleco multicolor. Me faltaba ese básico en mi guardarropas y mi tía gentilmente se ofreció a cumplir el deseo.
Extrañamente tomé una madeja y también la sume a la cuenta. Pero para mí.
Revolví todos los cajones de mi casa y encontré dos agujas que ni siquiera recuerdo de donde salieron. Armé un ovillo, me senté en una silla casual y comencé a tejer. Es muy impresionante como sin darse cuenta se van repitiendo patrones.
Cuando comencé a llorar obtuve la confirmación del evento. Y las palabras se transformaron, medias anudadas y un poco tejidas, en una historia para abrigar mi garganta. Un talismán que protegiera mi voz cuando hiciera frío.


lunes, 1 de julio de 2013

De parto

Que se hace con un gran amor?
Uno puede verlo nacer y entender rápidamente que será importante.
Se lo siente gestar como a un niño, en las entrañas, con suaves patadas cercanas al corazón y caminando como si faltara un poco el aire.
Que se hace con un amor así de grande?
Se puede acunarlo, buscarle un espacio, tirar muebles viejos, entregar esos objetos que son solo decorativos y juntan polvillo.
Como se trae a un universo caótico esta semilla de baobab?
Plantando en tierra libre, lejos de construcciones rígidas, sabiendo que sus raíces destruirán las veredas, que habrá que aprender a caminar sobre el césped o en el terreno embarrado, pero dejarle lugar para que  pueda extenderse a su placer y desperezar toda la vida que trae dormida dentro de su cascarón.
Y en ese momento donde se separa sobre la faz oscuridad y luz, donde el día y la noche cobran entidad, se entrega el propio corazón para alimentar su vida.
Y se le da la bienvenida. Como se puede. Con los recursos que se tienen a mano y los que se inventarán.
Un gran amor debería merecer una gran existencia.
Yo lo recibo. Sin estruendos, sin fuegos artificiales. Susurrando en su oído...bienvenido.


martes, 11 de junio de 2013

Solo de palabras

Muda.
Como una prenda que necesita cambiarse pero no sería aceptable en estas condiciones invernales.
Muda.
Sin nada para decir cuando las palabras arman su propio atolladero al querer salir sin encontrar atajos.
Muda.
En el proceso del cambio de piel que corresponde a todos los animales vivientes.
La vida se muda. Se lleva todos los objetos llenos de polvillo a sitios más pequeños. En cajas. Encajados.
Llena de ruidos, ante todo el silencio, prefiero ser muda.


viernes, 17 de mayo de 2013

Esos amorosos


Se enamoran de mí los cavadores de tumbas.
Si llegara al cementerio para  visitar a mi madre un martes por la mañana, día donde hay gran cantidad de entierros, es posible que me lleve algunas propuestas de quienes están trabajando con la tierra.
Es amor. No es un efluvio por atracción sexual de primavera.

Me hacen regalos tiernos. Los anillos que le han sacado a los muertos, pulseras de bronce logradas con la fundición de las manijas de los ataúdes, flores que no están marchitas y son robadas de las coronas. Ramos de margaritas amarillas y rosadas, claveles rojos con los pétalos chamuscados por el frío, crisantemos debilitados con perfume de agua putrefacta. Todo es obsequiado con el profundo sentimiento del amor vivo.
Yo sonrío y acepto los agasajos sin excusa de cumpleaños.
Me coloco los anillos, las pulseras tintineantes,  llevo el ramillete de flores a punto de volverse hediondas y escucho propuestas de hacer un pozo profundo para mi muerte así los gusanos no pueden comerse mi piel.
Luego de la ceremonia de bienvenida, todos volvemos a nuestras tareas.
Ellos siguen cavando para recibir a los que están llegando; yo voy a llorar un rato a mis padres que están juntos en el mismo sitio.
Me alejo despacio para que mis pisadas hagan menos ruido que las paladas de tierra y las raíces que crujen.

Cuando llego a la calle tiro las flores a la basura. Me despojo de la bijouterie mortuoria y se la regalo a una mujer que me pide dinero.
Nunca puedo decirles que los detesto. Ellos son lo único vivo dentro de ese escenario.
Y no quiero enamorarme de un hombre que solo prepara lugares para dejar muertos.
Para dejar muertos, bastante tenemos con la vida.

domingo, 28 de abril de 2013

Pesadillas diurnas

Estoy comenzando a convertirme en el monstruo que siempre soñé.
Un monstruo lleno de peludas intenciones. Con varios ojos en la frente y una forma amorfa para moverme.
Uno de esos que los niños no quieren en sus pesadillas pero que son efectivos en las películas de terror de la adolescencia.
Con capacidad para generar gritos de espanto y sugerir visiones espectrales.
Uno de los que no podrían entrar en los paraísos prometidos.
Uno que no tuviera ninguna posibilidad de sufrir porque pertenece al mismo mundo de espanto.
Esos personajes que causan rechazo pero que al mismo tiempo son la sombra de la luz, la balanza que equilibra.
Permitirse ser aquello que tantas veces temimos...

jueves, 25 de abril de 2013

Vivirlavida

¿Que hacer con nuestros muertos cuando estamos vivos?
Donde colocar sus miradas ausentes, sus sonrisas inquietas, sus colores preferidos, las elecciones diarias, las comidas que dejarán de ingerir, los proyectos que quedaron truncados, los viajes que no podrán realizar o los riesgos que ya no deberán asumir?
Donde alojar tantos datos para que no se sientan olvidados?
Como no sentirse un cobarde si no queremos terminar aquello que quedo sin finalizar?
En que lugar enterrar sus ganas de quedarse, su historia, las canciones que dejarán de ser favoritas, los discos que serán arrojados a la calle?
No hay lugar en la tierra de arriba para ellos.
Dejar sanar los muertos.
No retener sus deseos. Permitirles un lugar seguro lejos del ruido interno.
Despedirlos de la vida con la circunstancia de su destino incierto pero seguro.
Dejarlos ser.
Dejarlos muertos.

viernes, 12 de abril de 2013

Souvenir

No sirve un souvenir del vuelo. El recuerdo de tus alas, no significa nada más que anhelos de recordar el pasado todo el tiempo.
Si fue magnifico o mediocre, ahora da lo mismo.
Observas tu último tesoro imaginando que guarda la esencia de la libertad, pero es solo un fetiche para imaginar el viaje.
Es momento de olvidar como era antes de estos plumones.
Ahora la paciencia, y el encuentro con tu esencia, será lo único que te hará volver a la cumbres heladas.


jueves, 11 de abril de 2013

Crisálida

Cuando la oruga siente que todavía no es el momento (pero que está cerca) debe experimentar un profundo impulso de vomitar eso que constituye su propio universo, el capullo de su producción natural que sin embargo contiene un ahogo oscuro.
No es ahora.
Padece  la última etapa de la transformación pero sin la suficiente fuerza como para liberar la tensión en la que se encuentran sus alas.
Este proceso de asfixia podría transcurrir en el escaso  tiempo de nuestros relojes, pero más extenso para quién tiene pocos días de vida en el calendario gregoriano.
Una tarde llega el instante mágico cuando el sol está dando el paso a la luna.
Impulsada por un deseo de morir con su dolor rompe la red y nace una vez más.
Pero ahora para volar por siempre.


miércoles, 10 de abril de 2013

Equilibrista

Las redes tiene agujeros pero igual te sostienen (te lo dije sin pensarlo aunque fuera una buena metáfora)
En realidad yo tampoco creo que esos hilos que se unen puedan evitar un golpe, imagino que no son confortables para caer. Tal vez por eso nunca quisiera hacerlo. Detesto las redes porque me suenan a limites.

Quizá solo quiera andar sin temor a perder el equilibrio, segura en el sendero, derecho o doblando pero con la certeza del camino.
Pero esas señales no aparecen. Vemos solo esas redes que no pueden ser tan útiles.
Está bien, estas cosas suceden.
Casi siempre es porque uno está seguro lo que necesita. Lo sabe.

Y el vértigo de esta certeza incluye comprender, que en este punto del camino estamos muy lejos para obtenerlo.
Lo único que poseemos es un fino cordón con el que nos atamos a los sueños.


domingo, 7 de abril de 2013

Fuerza natural

Teníamos alas? como eran?
Enormes como las del cóndor o pequeñas como las moscas?
Yo me sentía dueña de unas increíbles, que llegaban a las cumbres más sofocantes, más heladas. Llegar a los picos máximos siempre es cruzar ciertos limites.
Pero como la fábula de Icaro, acercarse a la fuente máxima de vitalidad puede ser peligroso. Los miedos se expanden, las fronteras desatan los nudos de los limites y las plumas caen, una por una hasta quedar hechas solo un recuerdo de lo que pudo haber sido.
Lo sé. Eran demasiado pesadas.
Ahora tengo unas plumas pequeñas sobre el lomo... pero para volar no me alcanzan.
Y cuando llega la noche, todavía dudo si quiero que seas mi compañero de tierra o conservar solo este deseo del vuelo.

lunes, 1 de abril de 2013

Pantano

Ecuaciones estancadas me hacen procrear en la mortalidad de los vivos o engendrar seres sosteniendo la vitalidad de los muertos.
Producto de la copula nacen sentimientos víctimas del desamparo; en uno porque no podrán crecer y en otros porque no obtendrán continuidad.
Mientras tanto, en la sala de espera, agonizan los recuerdos y la melancolía cuando la necesidad de mutar los apremia; la vida se pone de frente y a los gritos les pide algo más. 
Me retiro de esos territorios deshabitados con salitas de primeros auxilios en las esquinas. 
Pienso que no conviene extraviarse por las causas perdidas y sus pantanos.
Improviso un brindis y permito unas lágrimas furtivas.
Ahora la mochila se siente más liviana para seguir en busca de la tierra fértil.

domingo, 24 de marzo de 2013

Tristeza de ramos

Mi formación temprana fue católica. Crecí creyendo en un hombre que moría enviado por otro ser superior  para pagar un pecado que yo nunca había sentido. Para redimirme del pecado de nacer.
Mis padres suponían que allí encontraría las respuestas que ellos no podrían darme a los misterios que sucederían a lo largo de la vida y exaltaría en mí el amor al prójimo.
Con el tiempo entendí que ninguno de los dos objetivos podían cumplirse con esa enseñanza impartida desde el autoritarismo y la falta de razones, donde todas las preguntas sin respuestas caían en una enorme bolsa para ser disueltas por el misterio de la fe.
Siempre me pone triste el Domingo de Ramos. Fue una de las últimas actividades que compartí con mi mamá antes de su partida de este universo material. Los olivos, la bendición y la idea de un Dios que nos amparaba del mal circundante son los recuerdos de esa jornada. Su presencia callada prestando atención ante aquello que para mí eran palabras sin contenido pero seguro lo tenían para ella, aferrada a esos palitos con hojas que llevaríamos a casa para garantizar que el manto protector continuaría todo el año.
No me gusta esta fecha. Me hace encontrarme con la parte vacía de la fe, la que no responde, la que no encuentra. 
Ya no podría participar de ese ritual que descreo pero por ser una persona que necesita de la materia, le encargue una ramita a una amiga que siempre concurre a misa.
Y es increíble como un olivo puede significar homenajear el recuerdo de quién pensó que te dejaba lo mejor que tenía.-

viernes, 22 de marzo de 2013

Nidito

Si no sabes para que usar tus alas entonces no me hagas preguntas.
No me interesa hablar de tu vértigo. No podés salir del nido porque te paraliza el miedo al vacío.
Amo las buenas historias de pájaros que muertos en el alma por el terror del salto se arrojaron fuera sin saber como levantar vuelo.
Tu cuento con el relato de lo pequeño y salvaje que se siente el mundo, con todo el sol sobre tu cabeza para fulminarte, no me interesa. Dale las razones al viento y acurrucate en tu lecho.
Doblá cada pluma hasta que se vuelva un mazacote adosado al lomo.
Y tal vez algún día comprendas que alzarse no tenía ningún secreto.
La opción para alcanzar el cielo era utilizar eso que tenías sobre la espalda.

martes, 12 de marzo de 2013

Minotauro

El Minotauro era un monstruo encerrado en un laberinto que se alimentaba de hombres y mujeres que eran enviados como sacrificios.
Así me siento; encerrada entre paredes que se bifurcan en tramos y cuyos caminos me llevan a nuevos callejones sin salida. En el trayecto me alimento de sueños que he tenido, ciertas verdades que sostuve con mi espíritu y proyectos que dejan de existir cuando son engullidos como si la única opción fuera alimentarse de sacrificios.
A veces la verdad es buscada entre laberintos de mentiras que conforman nuestro universo. Espejos que nos devuelven una imagen deformada que aceptamos como cierta.
Pero si nuestro mundo es un engaño eso constituye la primera verdad a la que tendremos acceso.



sábado, 2 de marzo de 2013

Chapoteando sin botas de lluvia

La obviedad nunca es divertida.
Abandono esta alegría por relatar historias imaginarias y exageradas, similar a esos relatos de niños que conversan al final de una fiesta de cumpleaños, para elaborar serias descripciones de lo posible.
Si nos vamos a impregnar con este chaparrón evidente para sentir una o mil gotas de dolor entonces vuelvo a mi condición de adulta.
Eras un compañero de risa y encuentro, de complicidades sin razonamiento y de pronto te compraste el diario de mañana para servir con el desayuno.
La realidad es una ventana grande o minúscula para ver el exterior de nosotros. Yo quisiera disfrutar de correr bajo este aguacero en pleno invierno para cobijarnos en el refugio de lo existente, hacer dibujitos con el dedo indice sobre los vidrios empañados y creer en los próximos recuerdos sin prestar atención a los estrictos pronósticos del tiempo.
Aunque me digas que esto sea una búsqueda con poco sentido...

martes, 12 de febrero de 2013

In quietud

Dudar de todo en el tiempo infinito que transcurre con la duda.
Perder el sendero, no tener capacidad de derecha/izquierda, blanco/negro, luz/oscuridad.
Oscilar entre los opuestos para buscar el medio, sin estar segura que sea la mejor opción o la peor decisión. Sin pedir la cordura de la razón ni la locura de la pasión.
Inquietarse y pensar que nada existe y que todo es real.
Apresurarse a beber el último sorbo sabiendo que el vaso se vuelve a llenar sin pedirlo.

lunes, 4 de febrero de 2013

Nada...nadar

Empalagarse con el amor que fluye por las venas como una miel oscura de un corazón alimentado a base de néctar. El sudor transformado en lava ardiente que desborda por cada poro.
La pasión sin el oxígeno con la seguridad de ser inmortal. Vida eterna. Certera.
Llega la noche para ahogarte en tu propio jugo y despertar por las mañanas bajo la luz del sol privado. Sin medidas de tiempo. Impenetrable en las razones.
Un amor como un veneno revuelto en un almíbar.
Para beberse de a tragos. Para morir de a pedazos.
Desestimo estos delirios de venta juvenil.
Busco un cariño perfumado de galletas de vainilla, de desayunos prolongados.
Con horarios. Con trabajos.
Con despedidas. Con regresos.
Con conciertos.
Desconciertos.
Anacrónico.
Adulto. Lúdico y lúcido.
Una cascada de agua dulce donde se pueda beber hasta el hartazgo, nadar en el cuenco profundo del final sin temor de ahogarme.
Jugar con una piedrita.
Y bucear hasta encontrarla sin volverme una desaparecida.



martes, 15 de enero de 2013

Egoísmo

No hablemos más de vos, hablemos de mí.
Ya me cansé de ser tu fan.
Hablemos de la vacuidad de llenar las horas con tu ausencia.
Yo te retiro de mis días con la decisión tomada para subsistir de tu falsa imagen, de los castillos torpemente construidos.
Me aburrí de adaptarme, invirtiendo energía en tus relojes egoístas.
No hay culpables ni hay heridos porque ni siquiera hubo una batalla.
No hay casi nada. Porque en el vacío hay contenido.
Te doy las gracias por permitirme ver en vos todo lo que había en mi.
Y espero que puedas cuidar tu luz cuando no tengas quién te alumbre con su linterna.


sábado, 5 de enero de 2013

Noche de Reyes

Mi papá siempre me contaba que cuando él era chico, la celebración más importante era la llegada de los Reyes Magos y hoy puedo comprender sus palabras.
Lejos de existir el gordo Papá Noel que nos lleva a un consumismo impuesto, la noche del 5 de enero contenía un ritual que aún me emociona.
Era imposible poner la energía en dormir pensando que tres personas ingresaban buscando tus zapatos y el insomnio siempre fue un sello en aquella noche. Cada tanto imagino a mi mamá en un largo esfuerzo por no dormirse, inútil por cierto, y despertando a la madrugada con la esperanza que mi hermano y yo finalmente nos hubiéramos rendido  para efectuar ella ese ritual mágico de colocar los regalos, tirar el agua, el pasto de los camellos y dejar alguna otra señal que nos permitiera imaginar la escena. Con regalos más modestos  como algún juego de mesa o del tipo "Uno solo", nos invitaban a utilizar el ingenio porque los Reyes pensaban en obsequios con menos marketing.
Sin embargo mi intelecto infantil, sin encontrar respuestas claras, se debatía en descubrir como podía ser que tres hombres, cargados de regalos y con animales gigantes como son los camellos, podían haber estado en nuestro living.
A veces para dar alguna respuesta final, mi madre intentaba tranquilizarme diciendo que seguramente los animales esperaban afuera...al año siguiente yo tomaba la precaución de dejar el balde y el pasto en el patio porque no quería ser descortés ante tamaño esfuerzo.
Hoy pienso en lo divertido de aquellos momentos y me dan ganas de jugar esta noche con mi parte adulta dejando los zapatos nuevamente.
Me agrada llegar a la conclusión que tres personajes, que se ocupan en obsequiarte con menos presupuesto y más creatividad, puedan ser más sabios. Me gusta imaginar una escena con un intercambio de ideas entre los Reyes sobre que pueda ser más lúdico para esta niña.
Seguramente la respuesta vendrá de mi parte y el esfuerzo por conseguirlo también. Pero en los zapatos intentaré ver con la mejor claridad, como obtener el premio sin perder la magia.
Tal vez la búsqueda de la felicidad sea entender que es posible que tres camellos se puedan sentar en tu living...