Páginas

sábado, 2 de marzo de 2013

Chapoteando sin botas de lluvia

La obviedad nunca es divertida.
Abandono esta alegría por relatar historias imaginarias y exageradas, similar a esos relatos de niños que conversan al final de una fiesta de cumpleaños, para elaborar serias descripciones de lo posible.
Si nos vamos a impregnar con este chaparrón evidente para sentir una o mil gotas de dolor entonces vuelvo a mi condición de adulta.
Eras un compañero de risa y encuentro, de complicidades sin razonamiento y de pronto te compraste el diario de mañana para servir con el desayuno.
La realidad es una ventana grande o minúscula para ver el exterior de nosotros. Yo quisiera disfrutar de correr bajo este aguacero en pleno invierno para cobijarnos en el refugio de lo existente, hacer dibujitos con el dedo indice sobre los vidrios empañados y creer en los próximos recuerdos sin prestar atención a los estrictos pronósticos del tiempo.
Aunque me digas que esto sea una búsqueda con poco sentido...

No hay comentarios: