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jueves, 6 de marzo de 2008

La búsqueda es interna. Buscamos la felicidad con mayúscula Importante, imponente, invencible, inigualable, increíble, inmensa, intrépida. Y cuándo no aparece nos sentimos unos imbéciles.
Pero estaba con nosotros, había que sentirla, no estaba definida, ni definitiva, ni débil, no estaba deprimida Era delicada pero dócil Que lástima que no la diferenciamos de la rutina.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

No encontrar la felicidad no es malo, lo malo es no buscarla. Los caminos que elijamos para alcanzarla deberían darle sentido a la vida.

Siempre es gratificante leerte.
Un beso

Ada dijo...

Tinez: y que lindo es cuando no la buscamos y aparece! Sus visitas siempre son reconfortantes, por lo que ve el sentimiento es recíproco. Saludos sin esperas.

Adolfo Calatayu dijo...

Y es que tenés toda la razón,la elusiva felicidad siempre se encuentra "ahí",dentro nuestro,en el lugar más cercano y por ello el más alejado,el más inescrutable; es tan frágil y tan fuerte como lo somos nosotros...
"Que lástima que no la diferenciamos de la rutina",para mí es una genialidad.
Sos una grossa,querida amiga.
Cariños

Anónimo dijo...

La rutina suele taparnos los sentidos, querida amiga.
Pareciera que estamos destinados a mantenerla, para ordenar nuestra vida, y a combatirla siempre, para darle sentido a nuestra existencia.

Me gustan mucho estos posts tuyos cargados de reflexiones!

Te abrazo con mucho cariño!

Ada dijo...

Adolfo: que lindos mimos que me mandás! siempre es interesante escuchar tus reflexiones, me gusta mucho leer tus opiniones por eso espero que este contacto contínue..y sea una buena rutina! Besos

Susana: haberte encontrado en este medio tan étereo me hace feliz porque me conecta desde mi admiración a lo mucho que sabés e investigas, además de lo cálido de tus palabras. Te mando un abrazote!

Mariana dijo...

Qué lindo leer esto en este momento. Quiero compartir con vos, con quien lea este comentario, una alegría muy grande que he encontrado, que noté que me viene acompañando en estos días en la rutina. Que pasa por un descentrar y un cambiar la mirada, por un perseguir sin dejar de alcanzar, por una satisfacción interna de saber que puedo y que me pueden. He dado en llamar a eso felicidad. Te la deseo.

Ada dijo...

Mariana: que alegría!!! ser concientes de la felicidad la hace mucho más plena, como degustar una buena comida en lugar de sólo comerla. Realmente me alegro mucho, mucho

Anónimo dijo...

La felicidad es súbita, inconstante, impredecible, fugaz...

Yo busco la paz, la calma de sentir que puedo aceptar lo bueno y lo malo que trae cada día.

Te dejo mi paz.

Ada dijo...

Gracias Amalio!