Páginas

viernes, 28 de noviembre de 2014

El precio

Necesitaba dinero y vendí un pequeño reloj sin historia. Nunca supe de quién era, llegó un día en una caja que traje de mi casa paterna.
Me devolvieron en un sobre blanco y ordinario, el mecanismo y el vidrio que lo protegía. Todavía funciona.
En agradecimiento, lo usaré para una obra.
Y aunque ahora ya no tenga valor, le daremos una historia.

No hay comentarios: