Páginas

domingo, 30 de mayo de 2010

Alicia vió al conejo blanco

Se entra pero nunca se sabe si realmente se puede salir, si ciertamente podremos olvidar el paraíso conocido. Se mira, se ve y se hunde hasta la nariz; la cara entera sin preguntarse si se podrá respirar. Se experimenta triste. Se piensa, ya no se siente, se racionaliza y se supera finalmente. Se olvida solo por el hecho que ya sos otro.

3 comentarios:

La candorosa dijo...

Hay olvidos, que nos convierten en otros...

Abrazotes felices por verla nuevamente por aquí!!

La candorosa dijo...

Hay olvidos, que nos convierten en otros...

Abrazotes felices por verla nuevamente por aquí!!

Adolfo Calatayu dijo...

Caramba !!! felices los ojos que la ven (jajajajajajajaja perdonemé a antiguedad),digo yo,no pensaba avisar? Cómo hace uno para enterarse?
Bue,muy feliz por su retorno amiguitus !!!
Besote.