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viernes, 25 de julio de 2008

Sobre desiertos y civilizaciones

Érase una vez un hombre y una mujer que caminaban por el desierto. Pocos podremos entender como sería la sensación pero basta un día de calor agobiante para imaginarse la escena. Aunque hiciera poco tiempo que realizaban la travesía, al encontrarse perdidos, cansados y exhaustos por los cambios climáticos sufridos por la noche, pensaban que nada podría suceder en el universo para que la situación fuera distinta. Pero en el transcurso de la marcha encontraron un oasis. Ni muy pequeño ni muy grande; con algunos individuos instalados, con lo suficiente para vivir, agua y alimento. La alegría de llegar a este lugar en el mundo era infinita. Con la piel llena de llagas producidas por el sol y los ojos débiles, bebieron el agua más increíble de sus cortas vidas y nunca pensaron que los frutos de la naturaleza pudieran aplacar tanto el hambre. Se calmaron las angustias y construyeron un sitio donde instalarse. Con el correr de los días la situación de encontrarse en el desierto volvió a instalarse. Él lo comentó con su compañera de viaje y le presentó una opción: acompañarlo a buscar una ciudad cercana, con los datos de los pobladores del lugar y el descanso, se podría llegar en poco tiempo. Incluso contaban con un par de camellos. Ella estaba cansada de volver a someterse a la travesía de la nada. Prefería esperarlo y cuando volviera con los datos exactos del lugar, entonces lo acompañaría y se instalarían definitivamente. Pero él no volvió en muchos días. Un tanto angustiada ella salió a buscarlo con los mismos datos que había aprendido de la gente lugareña. Cada uno encontró una ciudad diferente y no pudieron volver a encontrarse. Es lo único que queda de esta historia. Lo único importante es que alguna vez encontraron un oasis pero no era suficiente.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

cuántas veces la inconformidad, la avaricia, las falsas necesidades nos alejan de lo esencial, de lo verdaderamente importante.
uno creería que ese impulso de siempre querer más es positivo.
no lo dudo, sólo creo que erramos los objetivos.
y al final, la soledad.
...
siempre me aportan algo tus reflexiones.
un beso grande.

Unknown dijo...

hiiiiiiiiiiiiiiiii

you are fantastic!!!

a kiss for you, my dear friend!

god bless u dear

can we exchange our link

r u ready to do?


hiiiiiiiiiiiiiiiii

você é fantástico!

um beijo para você, meu caro amigo!

Deus te abençoe u Caro

podemos trocar os nossos link

r u disposta a fazer?

Anónimo dijo...

Siempre intentando ver que hay más allá...
¿Cuál es el tope para conformarnos o para sentirnos satisfechos?
Supongo que cada humano tendrá una respuesta, pero si la inconformidad y la ambición hacia algo más nos aleja de lo verdaderamente importante, entonces no es una buena la elección...

Hermoso su post, doña ¡¡como siempre lo son!!!

Besototes con mucho mucho candor!!!

Ada dijo...

Amaliovilla: hasta donde es mucho? hasta cuando es suficiente?..siempre hay que seguir buscando hasta que la respuesta nos conforme. Beso

Cando: hermosa reflexión has dejado! no tengo más que agradecer tu aporte. Besos muchos

Adolfo Calatayu dijo...

Parecería que incluso un oasis no es suficiente en la historia que nos contás; y la verdad la verdad no es suficiente en absoluto ya que él es sólo una mínima parte de ese recorrido que llamamos "Vida",incluso nos aparta brevemente de lo importante que el "el camino",gracias Kerouac...el efímero encuentro es ilusorio,quién dijo que en la situaciones que verdaderamente importan siempre estamos solos?
No hay límite para la satisfacción o el conformismo,a excepción que estemos -aunque sea un cachito- iluminados,y podamos trascender la ilusión o la apariencia.
Gracias queridísima Adita por la profundidad del contenido...
Muchos muchos besitos

Ada dijo...

Gracias querido Adolfo por la profundidad de tu comentario!! Mis enormes saludos

Susana Peiró dijo...

De alguna forma tu post -agudo, misterioso, excelente- me recordó la vida de las parejas.

Avanzan por un desierto lleno de vicisitudes, desafíos y extremas "temperaturas económico-sociales" hasta llegar al oasis...que pareciera el fin del camino, pero no.

A veces el oasis sólo descubre lo que ambos tuvieron en común durante toda su existencia juntos: el viaje. Para uno, es el fin, para el otro, sólo una parada.

Besitos profunda mujer!

Ada dijo...

Y si, tiene algo de eso. A veces ocurre también que eso que buscaban fue encontrado algún día pero tampoco es suficiente. Me gusta que cada uno tenga su visión, gracias Su por dejarme la tuya! Un beso enorme