
En una época de abrazos, mi esencia y mi presencia se están encontrando en un tiempo.
Uno, dos, tres, cuatro...dejando de contar para salir a buscar, dejando las escondidas.
En una medida sin palabras suficientes que califiquen para adjetivar, con mangas arremangadas para el trabajo sin lecturas de autoayuda.
A todos los que trabajan por encontrarse con su esencia mis abrazos también.