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viernes, 30 de julio de 2010

El don

Tener un don parece como recibir un regalo sin tener muy claro a quién agradecerle. Hay personas que fácilmente lo descubren y otros que pasan toda su vida sin percibirlo. Y en general los demás pueden apreciarlo si toma forma en objetos, escrituras o complejos sentimientos de bienestar. Hay personas que tienen el don de la palabra. La utilizan como una herramienta similar a un martillo o una pala, como el instrumento y por supuesto como el medio perfecto para canalizar sus pensamientos. Encuentran la conjugación precisa y los adjetivos encajan sobre los sustantivos sin que hubiera una opción mejor para expresarse. Pero que decir cuando una persona tiene el don del silencio. No es algo muy apreciado. Puede llegar a pasar por cobarde, inexpresivo, abúlico o carente de la capacidad de expresarse. Sin embargo todos conocemos gente que más que anhelar este don debería aprenderlo de la misma manera en que nos enseñan que no es bueno cruzar una calle si el semáforo no nos habilita. Hay una canción que dice "y cuando no tenga nada que decirte, no me apresures para que yo escuche mi silencio"; escuchar pero también callar, dos hermosas instancias que están faltando en la popular era de la comunicación. Cuando no hay nada más para agregar, dejar de poner dulce de leche y confites a una torta que nadie va a querer degustar. Saber parar, saber frenar..tener el don del silencio (Dedicado a mi amigo querido que posee en perfecta medida este don)